Configuració de privacitat
Antes de nada, nos gustaria recordar que un logotipo es una imagen formada por un o diferentes elementos -icono, letras,… – la función principal del qual es la representación de una empresa, entidad o persona. Podríamos decir que es la mínima expresión gráfica que representa un todo: un producto/servicio, una manera de ser, unos valores,… ¿Pero cuándo es necesario cambiar o actualizar un logotipo?
Una marca no es un elemento estático sino que debe evolucionar con el tiempo, debe crecer al lado y al mismo ritmo que la empresa, entidad o persona que representa. Pero debemos tener en cuenta que evolucionar no significa someter la imagen corporativa a un cambio constante.
Hay algunas situaciones que nos pueden indicar que es necesario reajustar nuestra imagen. Por ejemplo:
- Cuando no proyectamos una imagen profesional. Puede ser que incialmente hiciéramos el logotipo de manera rápida y sin prestar atención -gran error- y, ahora la empresa ha crecido o profesionalizado. Debemos revisarlo.
- Cuando no nos identificamos con él. Puede ser que le logotipo haya quedado desfasado como consecuencia de un cambio de actividad de la empresa, un cambio de valores, una reorientación del negocio,…
- Cuando es un logotipo ineficaz. Un logo estará bien hecho siempre y cuando sea aplicable en cualquier formato: a una tinta, en negativo, a un tamaño pequeño o grandes,… Recordemos que usar muchos colores, degradados, sombras, relieves,… puede ser muy atractivo al principio pero un gran problema en su aplicación diaria ?por no hablar de costes de impresión.
- Cuando no comunica aquello por lo que se creó.
Así pues, siempre que sea posible debemos mantener el logotipo sin cambios, a menos que sea estrictamente necesario.